No es una sorpresa que los gatos visiten al veterinario con menos frecuencia que los perros y puede que se deba a la seria oposición que los felinos muestran a la hora de dejar su territorio.

Lo que dificulta aún más estas visitas, es nuestra constante necesidad de complacer sus deseos y caprichos. La sensibilidad es buena, pero, muchas veces, atenta con los cuidados que necesita un gato.

Frente a estos escenarios, tiene sentido, entonces, por qué los gatos no frecuentan tanto las veterinarias, convirtiéndose en un  gran problema a la hora de pensar la salud de los felinos.

Es nuestro trabajo, por lo tanto, mostrarte las razones por las cuales las visitas al veterinario son fundamentales para cuidar un gato.

6 razones por las que el veterinario es fundamental para cuidar gatos

El veterinario es fundamental para cuidar gatos

1.Los gatos saben como esconder el dolor y las enfermedades

La realidad es que los gatos han mantenido su lado salvaje más que cualquier otra especie, en especial cuando se trata de esconder dolores o enfermedades. Esto va de la mano con la supervivencia: ningún felino quiere demostrarle al otro (puede que sea un enemigo) sus vulnerabilidades y debilidades.

Su cuerpo responde a este instinto de supervivencia, ya que cuenta con hormonas que le permiten mantener bajo control el dolor, las náuseas o cualquier evidencia de enfermedad.

El gran problema de esto, es que si la enfermedad persiste, puede poner en riesgo su vida. De ahí que todo dueño de gato tiene que seguirlo de cerca, así, ante cualquier signo de dolor o molestia, puede llevarlo al veterinario los más rápido posible.

De todos modos, cada hora que pasa es clave, por eso, a veces es importante llevar a los gatos a chequeos veterinarios regulares, con el objetivo de evitar el desarrollo de cualquier enfermedad.

2. Los gatos necesitan una buena alimentación

La obesidad en gatos es uno de los problemas más comunes hoy en día. Los dueños  necesitan obligatoriamente asesoramiento nutricional para evitar este tipo de problemas.

Estos asesoramientos sirven para brindar soluciones a todo tipo de problema alimentario que pueda tener un gato.

Dado que  son carnívoros, sus necesidades nutricionales son distintas a las nuestras, por lo que el asesoramiento por parte de un veterinario también permite darle todos esos nutrientes que requieren.

Además, también varían mucho con la edad. Por ejemplo, los gatos adultos suelen tener problemas de pérdida de masa muscular, mientras que los jóvenes pueden tener problemas urinarios. Cada uno necesitará distintos tipos de alimentos que le permitan enfrentar estos problemas.

Al llevar a tu gato al veterinario y hacerles exámenes físicos, podés identificar con anticipación estos desórdenes alimentarios y evitar que tengan efectos colaterales, como alergias o artritis. Él adaptará la dieta a las necesidades de tu felino.

3. Los exámenes orales son claves

Si hay algo que no hacemos nunca, es mirarle la boca a nuestros gatitos, algo casi imposible. Pero la verdad es que muchas de las enfermedades más comunes en gatos se evidencian por medio de exámenes orales.

La anemia, deshidratación o cánceres orales, son todas enfermedades que se detectan gracias a la observación de la boca. Así, la visita al veterinario para que haga este tipo de chequeo es indispensable.

4. Entender su comportamiento ayuda a mejorar la calidad de vida de los gatos

La salud emocional de tu gato es muy importante, aunque a veces nos cueste demasiado entenderlos. Ahí es cuando entran en acción los veterinarios, sus conocimientos le permiten entender y leer sus comportamientos y ayudarte a que le puedas brindar eso que están pidiendo o necesitando.

Con una simple visita, podés contribuir más de lo que pensás a su felicidad y salud.

5. La atención proactiva es menos costas que la reactiva

Con esto nos referimos a que siempre va a ser menos costoso prevenir que lamentar. Si hacemos visitas regulares al veterinario, lo más seguro es que evitemos que nuestro contraiga  enfermedades que requieran tratamientos costosos.

Las vacunas son un claro ejemplo, pero también hay muchas otras enfermedades que no pueden prevenirse con ellas y que requieren de controles y cuidados constantes.

6. Los gatos envejecen más rápido

Es sabido que los gatos y los perros tienen un promedio de vida mucho más corto que los humanos. En este sentido, tenemos que hacer la siguiente reflexión:

Si nosotros visitamos al veterinario con regularidad, en promedio y comparando los años de vida de los felinos con los nuestros, lo haríamos con la misma frecuencia que nosotros visitamos a los médicos.

Entonces, cuidar a un gato se trata de brindarle la misma atención y dedicarle el mismo tiempo que a los humanos.

¿Cómo cuidar gatos para que sean felices y saludables?

Además, de visitar al veterinario con regularidad, existen algunas otras cosas que podemos hacer para mejorar la calidad de vida de los felinos.

1. Ponele una chapita de identificación

Cuidar un gato con chapita de identificación

Tanto si tu gato es de los aventureros que le gusta salir a inspeccionar el barrio, como si le gusta quedarse en la comidad de tu casa, es clave que tenga identificación. Existen collares con chapitas o microchips que son ideales para asegurarte de que tus datos estén presentes en caso de que se pierdan.

2. Brindale un entorno más interesante

Lo importante es que tu gato no piense que está en una cárcel cuando está dentro de tu casa. Ellos son muy activos y necesitan moverse, por lo que tenés que darles oportunidades de diversión, tal como si estuvieran afuera. Pueden ser juegos para rasguñar y morder o  rampas para saltar y esconderse.

Además los gatos tienen instintos depredadores, por lo que es muy buena idea ejercitarlo con juegos o lasers. Al menos 10 minutos de juegos activos contribuyen con su salud física y mental.

3. Mantenelo dentro de tu casa

Las estadísticas muestran que un gato que vive dentro tiene mayor probabilidades de vida. Al estar dentro, evitás que se agarren virus letales, enfermedades o parásitos y lo expones menos al riesgo de accidentes (perros, autos, etc.).

4. Limpiá con regularidad su caja

Para mantener la higiene, es esencial que limpies con frecuencia la caja donde hacen sus necesidades. Hoy en el mercado hay muchas opciones de piedritas que permiten hacer esta limpieza de forma rápida y efectiva.

Cuidar un gato: utiliza piedritas higiénicas

5. Ayudalo a superar sus miedos

La caja transportadora, por lo general, suelen aterrar a los gatos. Para acostumbrarlo y hacer el transporte lo más placentero posible, es recomendable que coloques la caja en un cuarto donde el gato suele pasar más tiempo. Luego, dentro, colocá una golosina para incentivarlo a que entre y encuentre una posición cómoda. Una vez que se durmió, llevalo a dar una vuelta por tu barrio y dale premios durante el recorrido.

6. Bridales más amor y afecto

Los gatos necesitan de tu atención, pero todos tienen preferencias distintas. A algunos les gusta acurrucarse en el pecho o cuello, pero otros son más activos y les gusta jugar.  Lo ideal es que experimentes con él y descubras qué es lo que le gusta.

Cuidar un gato con afecto

Ahora que ya sabes las mejores formas de cuidar a un gato, es hora de implementarlas. Recordá que el veterinario es clave en la vida de los felinos y, si queremos brindarle lo mejor, por lo menos hay que visitarlos una vez al mes.

El seguro de FielPet se encarga de acompañarte a la hora de cuidar a tu gato. Gracias a su cobertura en medicamentos, tratamientos, estudios, gastos de emergencias, responsabilidad civil, consultas, internaciones, intervenciones quirúrgicas y telemedicina veterinaria, podés estar tranquilo de que está en buenas manos.