Está claro que los gatos y la mudanza no se llevan bien. Los gatos son animales territoriales y  desarrollan fuertes vínculos con su entorno.

A la hora de marcar territorio, los felinos suelen  frotar su cara o afilar las uñas en un lugar, de modo que dejen rastros olfativos y puedan reconocerlo como su hogar. Así, un cambio de casa resulta ser muy estresante para ellos, ya que implica moverlos de ese territorio que consideran familiar y cómodo.

No es extraño entonces que, una vez hecha la mudanza, los gatos  escapen en busca de su territorio anterior, en especial si se produjo de manera repentina, sin tomar ningún recaudo.

Pero la buena noticia es que no deberás frenar tus planes de mudanza por miedo a que tu gato se escape. Hay soluciones que si las tenés en cuenta durante el proceso, lo más seguro es que logres una mudanza exitosa.

Pasos a seguir a la hora de mudar a un gato de ambiente

Previo a la mudanza

  1. Un mes antes podés darle el alimento Royal Canin Calm. Este tiene triptófano, que es una solución nutricional natural y segura, que contribuye al manejo de situaciones estresantes.
  2. Colocale un collar de identificación y un número de contacto, por si en algún momento de la mudanza o posterior escapan.
  3. Si a tu gato le gusta salir a la calle, unas semanas antes empezá a restringir las salidas. Puede pasar que si nota algo fuera de lo normal, se esconda  y no vuelva en unos días.
  4. Si tenés un gato especialmente nervioso, podés dejarlo en una residencia para gatos un día antes de la mudanza y buscarlo cuando ya te hayas instalado en la casa nueva.

Día de la mudanza

  1. Durante el proceso, es recomendable que dejes a tu gato encerrado en una habitación para alejarlo de todo el movimiento de muebles y personas. Colocá dentro de esa  habitación  todas sus cosas: la jaula transportadora , la cama , el comedero , el bebedero y la bandeja sanitaria.  Es súper importante asegurarte de que la puerta y las ventanas estén cerradas para evitar que escape.  
  2. Poné una nota en la puerta para que el personal de la mudanza y todos tus familiares sepan que hay que mantenerla cerrada y dejá para lo último esta habitación.
  3. Antes de retirar los muebles, meté al gato en la jaula transportadora. Es importante transportar a tu gato en un lugar seguro y pulverizar  el interior con  feromonas faciales felinas sintéticas (Feliway, Ceva) media hora antes.
  4. Colocá la jaula de transporte  en un asiento bien sujeto, en el espacio que queda detrás de los asientos delanteros o inmovilizado sobre los asientos de atrás, de manera que no pueda desplazarse.
  5. Si tu gato se pone nervioso al viajar, puedes consultar con tu veterinario para que te recomiende algún calmante suave para ayudarle a soportar mejor el trayecto. Nunca debes medicar a tu mascota sin la supervisión  e indicación de un veterinario .
  6. No transportes a tu gato en el camión de la mudanza o en el baúl del coche.
  7. Si es un día caluroso, asegurate que tu auto tenga buena  ventilación y no lo dejes nunca dentro cuando pares para descansar.

En la casa nueva

  1. Al llegar, colocá al gato y sus cosas en una habitación hasta que termine la mudanza. Asegurá de nuevo que las ventanas y puertas estén cerradas y  colocá la nota para que nadie abra la puerta . Ofrecele un poco de alimento y, si querés, podés colocar feromonas en esta habitación para que la situación sea menos estresante  

  2. Cuando la descarga de muebles haya finalizado, podés dejar que el gato salga a investigar el resto de la casa, habitación por habitación. En esta etapa, es muy importante estar atentos, ya que el gato puede escapar.

  3. Mantené a tu gato dentro de la casa durante al menos dos semanas para que pueda hacer la adaptación a su nuevo territorio .
  4. Utilizá la cama, mantas y rascadores que tenía en la otra casa. Tienen su olor y sus marcas, esto hará que se sienta más cómodo y familiarizado con el entorno.
  5. Es importante que las vacunas  estén en orden antes de dejarlo salir al exterior.
  6. No lo fuerces a salir, dejá que sea él  quien decida si quiere explorar el exterior o no.  Al principio, mantené siempre la puerta abierta de manera que pueda entrar en casa rápidamente si algo lo asusta.
  7. No lo fuerces a adaptarse. Normalmente, en una semana se acostumbran al nuevo hogar, pero cada gato tiene sus tiempos. Los gatos más aventureros y exploradores generalmente se adaptan bien, los gatos más tímidos pueden tardar un tiempo y será necesario acompañarlos al exterior hasta que se sientan más seguros.
  8. Proporcionarle muchos lugares  altos a los que pueda subirse, postes para rascar y por los que pueda trepar.
  9. Muchas veces las mudanzas implican que el gato experimente por primera vez la vida exterior. La transición del interior al exterior, si se realiza cuidadosamente, contribuirá al bienestar emocional del gato y le permitirá llevar una vida más natural. Muchos gatos que salen al exterior por primera vez prefieren hacerlo sólo cuando su dueño los acompaña, porque su presencia les da confianza.
  10. Cuando te mudás a una casa más chica, si tenés varios gatos, ya se habrán acostumbrado a repartirse el espacio disponible en tu casa anterior. La mudanza a una casa más pequeña puede causar cierta tensión entre ellos. Limitá los problemas derivados del menor espacio de la nueva casa proporcionándoles suficientes recursos, como:
  • Camas
  • Bandejas de arena
  • Rascadores
  • Comederos
  • Bebederos
  • Plataformas altas para descansar (armarios, estanterías)
  • Lugares para esconderse (debajo de la cama, en el fondo del armario)

Es muy importante saber cómo mudar a un gato de casa y seguir los pasos indicados para asegurar que ellos se sientan tan cómodos como nosotros en la nueva casa.